El artículo que os traemos hoy al blog es fruto de muchas preguntas que recibimos sobre la flora intestinal o microbiota y el SIBO. La raíz de muchas de las dificultades para tener buenas digestiones reside en la calidad de nuestra flora intestinal, no tiene por qué ser culpa de la dieta, ni del ejercicio que realizamos diariamente, en el blog de hoy os contamos todo esto y más.

¿Qué es la flora intestinal o microbiota?

Nuestro sistema intestinal alberga microorganismos, muchos más de los que pensamos. La flora intestinal, o conocida también como “microbiota” se conforma por cientos de millones de microorganismos, entre los cuales se encuentran las bacterias que crecen en las paredes del sistema. Estas bacterias, a pesar de tener un nombre que pueda parecer peligroso, no lo son ni mucho menos. Tienen ellas tienen funciones tanto a nivel nutricional, como inmunológico.

Desde la perspectiva nutricional, los microorganismos de la flora intestinal favorecen la asimilación de vitaminas y nutrientes a la sangre. Durante el proceso de la digestión, absorción y metabolización de nutrientes, el objetivo es que se absorban los nutrientes y que sus componentes alimentes a las células del organismo para que puedan llevar a cabo sus funciones normales, la flora intestinal facilita esta absorción.

No solo de nutrientes si no de minerales y vitaminas, que también son esenciales para la salud. Una flora intestinal sana, promueve que todo este proceso se lleve a cabo con cada comida, por ello es muy importante ayudar a que se mantenga proliferante esta flora y a que no se vea dañada por factores externos.

Desde la perspectiva inmunológica, la flora intestinal actúa como una barrera natural para proteger nuestro cuerpo de virus e infecciones. Una de las patologías más comunes en relación con la flora intestinal es el SIBO.

SIBO ¿Qué es y cómo mejorarlo?

El SIBO o “Small Intestine Bacterial growth” responde al crecimiento anormal y desmesurado de las bacterias que habitan en nuestro intestino delgado” se produce cuando las bacterias de nuestro intestino grueso o colon suben a nuestro intestino delgado generando un tipo de disbiosis o desequilibrio microbiano, una “disbiosis en el intestino delgado” junto con un daño en la barrera del intestino.

La microbiota puede asemejarse a un hábitat donde conviven millones de organismos que generan unas condiciones que propician la salud como resultado del buen cuidado de este ecosistema. Tanto la sobrepoblación como la falta de organismos en la flora puede tener efectos negativos en nuestra salud. Los más comunes son las malas digestiones, dolor abdominal, náuseas, pesadez, incomodidad…

 

¿Puedo mejorar mi microbiota?- Test de microbiota

La mejor forma para evitar tener una mala flora intestinal es primero, entenderla. Hoy en día existen test que pueden evaluar el tipo de bacterias, la abundancia y la calidad de nuestra flora. Es importante tener conocimiento sobre ello para entender si los problemas digestivos que se pueden llegar a tener son evitables.

Al igual que un test, la suplementación también ayuda a mantener una buena flora intestinal, la cúrcuma, los prebióticos y los probióticos son grandes aliados de la salud intestinal.

Los últimos estudios valorados por nutricionistas de todo el mundo ponen de relieve la importancia de cuidar nuestro sistema intestinal desde las propias bacterias que habitan en él. La mejor forma para evitar un problema es preverlo. Tanto los test de microbiota como la suplementación alimentaria ayuda a este proceso. Posteriormente es una cuestión de cuidarse, manteniendo una dieta equilibrada, un estilo de vida activo y unos cuidados básicos del organismo.