Las enfermedades cardiovasculares son un conjunto de trastornos en el corazón y en los vasos sanguíneos. Estas enfermedades conforman la primera causa de mortalidad a nivel mundial, con casi dos millones de víctimas anualmente.

Las principales enfermedades de origen cardiovascular son la cardiopatía coronaria, que sucede cuando se acumula placa (sustancia pegajosa compuesta de grasa, colesterol, calcio…) en las arterias que conducen al corazón.

La insuficiencia cardíaca es otra de las enfermedades cardiovasculares principales, la cual ocurre cuando el miocardio (parte muscular del corazón) se vuelve débil o no funciona correctamente. Las arritmias, también conocidas como irregularidades cardíacas, ocurren cuando el sistema eléctrico del corazón actúa de forma irregular y por tanto este hace que el corazón bombeé muy rápido o muy despacio.

 

 

Las enfermedades cardiovasculares se diferencian entre transmisibles y no transmisibles, no es que sean contagiosas como un resfriado, el hecho de que sea transmisible o no se refiere a que se pueda heredar genéticamente la posibilidad de padecerla.

Las enfermedades cardiovasculares que no son transmisibles pueden originarse como resultado de hábitos no saludables. Los hábitos o factores que más incrementan la posibilidad de tener una enfermedad cardiovascular no transmisible son: El tabaquismo, la obesidad, la inactividad física, los regímenes alimentarios insalubres y el consumo de alcohol.

 

Una dieta equilibrada es clave para la salud cardiovascular, los niveles de colesterol malo (LDL) deben mantenerse bajo y consumir alimentos o productos que contengan Omega-3 es fundamental.

Los alimentos o productos que contienen Omega-3 reducen los triglicéridos (un tipo de grasa en la sangre), ayudan a bajar la tensión, reducen el riesgo de desarrollar arritmias y disminuyen la acumulación de grasa en las arterias y por lo tanto la formación de la placa. Además, el Omega-3 ejerce un efecto antiinflamatorio beneficioso para el organismo sobre todo en aquellas personas con sobrepeso y obesidad ya que está caracterizada por una inflamación crónica y sistémica (en todo el cuerpo).

 

 

Conocer nuestros genes y determinar si en nuestra línea hereditaria hay algún gen que nos predisponga a desarrollar enfermedad cardiovascular es otra manera de estar preparado si en algún momento surge una enfermedad de este tipo.

 

A través de nuestro Test Genético Nutricional, Geneticres, se puede conocer el riesgo que tiene un individuo de padecer una enfermedad cardiovascular. “Prevenir antes de curar” nunca mejor dicho, si sabemos que existe en nuestro sistema un riesgo de contraer una enfermedad de este tipo, podemos actuar con anterioridad y quizás no evitar, pero si disminuir los efectos de esta.

 

En el día del amor, sin un corazón sano no vamos a ningún lado, cuídalo.

A donde el corazón se inclina, el pie camina.