Astenia

Astenia; cómo podemos paliar sus efectos

Llega la primavera y con ella una mayor exposición al sol, más horas de luz y además trae consigo una mala compañera para muchos de nosotros… La temida astenia primaveral. Durante los meses de abril y mayo muchas personas notan un aumento en el cansancio, en la irritabilidad e incluso problemas para descansar por las noches.

Lo cierto es que no existe una teoría concreta al respecto, pues resulta un cúmulo de factores y su propia combinación entre ellos, principalmente las horas de luz solar y los ciclos hormonales.

El origen de todo está en el hipotálamo, una glándula localizada en el cerebro encargada de regular, entre otras cosas, la temperatura, la sed, el apetito, el sueño y la vigilia, y que segrega hormonas y neurotransmisores como las feniletilaminas, que son una especie de «anfetaminas» encargadas de provocar euforia; las beta-endorfinas, responsables del optimismo vital, y las serotoninas u hormonas de la felicidad. El aumento de horas de luz en nuestros días, sin duda puede provocar apatía o falta de energía para desarrollar cualquier actividad, tristeza sin causa aparente, pérdida del apetito, pérdida de la libido o del deseo sexual, una disminución de la concentración e incluso pérdida de memoria, además de irritabilidad o cambios en general sobre nuestro estado de ánimo, malestar general, dolor de cabeza e hipotensión arterial. Desde luego la astenia primaveral puede dejarnos «hechos un cromo» y está claro que estos síntomas no son agradables pero no deben preocuparnos en exceso ya que no durarán más de un par de semanas si tomamos alguna que otra pequeña medida al respecto. Además, nuestro cuerpo no tarda mucho más en adaptarse al cambio de hora y las nuevas condiciones.

Para combatir los efectos de la astenia hay que mantener el cuerpo hidratado ingiriendo unos dos litros de agua al día; esto puede ser complementado con infusiones y con zumos. Además, en lo referente a la alimentación, lo ideal es optar por alimentos vegetales, ya que son ricos en vitaminas, minerales y componentes que nos van a ayudar, como los antioxidantes. Por ello es aconsejable incluir piezas de fruta y verdura varias veces al día, sin acudir a licuados o zumos pues de esta manera se perderá gran parte de los nutrientes esenciales. Además, se deberán tomar legumbres, cereales integrales de buena calidad, frutos secos y semillas. Todo esto deberá completarse con la práctica de ejercicio físico y una correcta hidratación.

Intentar dormir siete u ocho horas diarias, o las que sean necesarias para sentirnos descansados. Llevar un ritmo de vida ordenado, manteniendo unos horarios fijos para acostarse y levantarse, y también para comer.

Resumiendo, si al principio de la primavera te notas más cansado de lo habitual, falto de fuerzas para desempeñar las actividades diarias o te cuesta mantener el ritmo de trabajo normal, te encuentras triste o sientes malestar, es probable que estés sufriendo una astenia primaveral.

Pero eso sí, si tu sensación de cansancio o tristeza persiste en el tiempo, debes consultar al médico, porque podría tratarse de otro problema subyacente.

Además de todos los cuidados en nuestra rutina, que perfectamente podrían aplicarse todo el resto del año,  existen remedios ideales como el ginseng, la jalea, etc. De hecho, existe un complemento natural llamado REGENERA-TTIVA de «In·vitta», que contiene todos estos elementos para aportar vitalidad, juventud y energía.